El presidente autonómico defiende el modelo de inmersión lingüística obligatoria pero baja el listón de desacato que su ‘número dos’, Oriol Pujol, y la consejera de Enseñanza, Irene Rigau, habían defendido tras la advertencia del TSJC.


Mas, durante la procesión religiosa en Tortosa (Tarragona), este domingo (Foto: Rubén Moreno).

Mas, durante la procesión religiosa en Tortosa (Tarragona), este domingo (Foto: Rubén Moreno).

Redacción

Lunes, 5 de septiembre de 2011 | Artur Mas apela a la épica y no dice nada del requerimiento del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). No entra en los planes que un presidente autonómico se niegue, al menos en público, a acatar lo dictado por los más altos tribunales de Justicia. Después de una serie de declaraciones de Oriol Pujol, número dos de CiU, Irene Rigau, consejera de Enseñanza, y Ferran Mascarell, consejero de Cultura, anunciando que las sentencias del Tribunal Supremo -a las que hace referencia el TSJC-, en materia lingüística en las escuelas de Cataluña, no se acatarán, el presidente autonómico y la consejera de Justicia han bajado el pistón del desacato.

El presidente de la Generalidad ha criticado, preguntado por los periodistas en un acto institucional en Tortosa (Tarragona), este domingo, las decisiones del TSJC y el Supremo, que establecen la conjunción lingüística en las escuelas de Cataluña, pero no ha asegurado -como sí han hecho su número dos y la consejera de Enseñanza- que vaya a incumplir las decisiones de los tribunales. Esta ha sido una petición que Mas no ha concedido al sector secesionista ni a diversas asociaciones independentistas que están alentando a los profesores a incumplir con las sentencias de los tribunales.

Apelaciones a la cultura

Eso sí, Mas ha apelado a la cultura y a la lengua catalanas: “Por muchos intentos que haya en este momento de volver a laminar o de volver a intentar marginar nuestra cultura y nuestra lengua, nosotros nos mantendremos fieles y nos mantendremos en pie en defensa de esta identidad catalana, de esta cultura catalana, de nuestras tradiciones y de nuestra lengua más que centenaria”. Una cosa es defender y otra desacatar.

Para el presidente autonómico, las sentencias del Supremo y el Tribunal Constitucional (TC) son un intento de amenazar la identidad de Cataluña. Sin embargo, Mas no ha ido más allá de defender de forma “clara e inequívoca” un modelo que la Generalidad ya no podrá aplicar, en cumplimiento de las sentencias judiciales. “Espero y confío plenamente que nuestras instituciones del país [por Cataluña], empezando por los ayuntamientos, también sabrán defender este modelo lingüístico”, ha añadido el presidente de la Generalidad.

“Lo que se ha de cumplir es la sentencia”

En la misma dirección, pero mucho más clara, se ha manifestado la consejera de Justicia: “Lo que se ha de cumplir es la sentencia”. Pilar Fernández Bozal ha indicado, también este domingo, que en dos meses todo el sistema de inmersión lingüística obligatoria no puede cambiarse -se está aplicando desde los primeros años 80- pero que “la Administración debe dar cumplimiento a las personas que han interpuesto el recurso y eso es lo que la consejera de Enseñanza está haciendo con los servicios jurídicos”.

La sentencia del Supremo a la que hace referencia la interlocutoria del TSJC recuerda a la Generalidad que debe ‘adoptar cuantas medidas sean precisas para adaptar su sistema de enseñanza a la nueva situación creada por la declaración de la Sentencia 31/2010 del Tribunal Constitucional [sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña] que considera también al castellano como lengua vehicular de la enseñanza en Cataluña junto con el catalán’ para todos los alumnos. De la misma forma, el TC estableció en 1994 que los padres no pueden escoger la lengua vehicular de enseñanza para sus hijos.