Jarro de agua fría para España por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) en pleno Foro Mundial de Davos. El FMI ha revisado una décima a la baja su pronóstico de crecimiento para España en 2018, que se sitúa así en el 2,4%, frente al 2,5% que preveía en noviembre, según ha anunciado el organismo en la actualización de su informe «Perspectivas Económicas Mundiales», señalando al impacto de la incertidumbre política a raíz del desafío soberanista catalán como principal motivo de esta rebaja.

«El crecimiento en España, que ha estado muy por encima del potencial, se ha reducido ligeramente para 2018, reflejando los efectos de la mayor incertidumbre política sobre la confianza y la demanda», explica el FMI.

El informe es uno de los documentos estrella con los que se inicia el Foro de Davos, el evento económico más relevante en el mundo. Traducido a términos absolutos, esa décima de crecimiento supone en torno a 1.200 millones de euros, teniendo en cuenta que el PIB total supera los 1,2 billones de euros. Esa cifra supondría en torno a 25 euros por cada ciudadan, teniendo en cuenta que hay una población de 46 millones de habitantes.

La revisión a la baja de España contrasta con lo la revisión al alza de otras economías. Para EEUU, el FMI prevé un crecimiento del 2,7%, frente al 2,5% que anticipaba en octubre. Y para la zona euro, el nuevo dato se sitúa en el 2,2%, frente al 1,9%. En conjunto, el FMI prevé un crecimiento global del 3,9% para todas las economías, dos décimas más que lo que preveía hace meses.

En cabeza
Asi, España es la única entre las grandes economías que ve recortado su pronóstico de crecimiento para 2018, aunque se mantiene como la de mayor crecimiento entra las principales economías europeas, superando la media del 2,2% anticipada para la eurozona, y solo por detrás de EEUU, que vuelva a convertirse en una de las grandes locomotoras internacionales.

Entre otras cosas, gracias a la reforma fiscal de Donald Trump, que ha promovido una reducción histórica de tipos impositivos a las empresas. Se calcula que esto ha inyectado a la economía más de 1,5 billones de dólares.

De cara al ejercicio 2019, las previsiones del FMI contemplan una expansión de la economía española del 2,1%, una décima por encima del anterior pronóstico de la institución dirigida por Christine Lagarde, lo que permitirá a España seguir creciendo por encima de la media de la zona euro, previsto en el 2%.

El economista jefe del FMI, Maurice Obstfeld, ha expresado su confianza en que «la incertidumbre política disminuirá», aunque ha subrayado que «se trata de un asunto interno de España».

Obstfeld ha recordado que, además de la incertidumbre política vinculada a Cataluña, España se está beneficiando del optimismo de la coyuntura macroeconómica en Europa, así como de las reformas adoptadas en el pasado.

La rebaja en el crecimiento previsto por el FMI para España en 2018 se conoce después de que el pasado viernes la agencia Fitch elevase el rating de la deuda soberana española a largo plazo a ‘A-‘ con perspectiva estable desde ‘BBB+’, anticipando que la economía española crecerá un 2,5% en 2018 y un 2,2% en 2019.

Las proyecciones de crecimiento del FMI coinciden así con las publicadas por el Banco de España, que prevé una expansión del 2,4% en 2018 y del 2,1% en 2019 al tener en cuenta también la incertidumbre por la situación en Cataluña.