«Fue deshonesto hacer que mi hijo se jugara la vida para lo contrario de lo que él creía. Mi hijo se arriesgó para derrotar a ETA-subrayó-, no para congraciarse con ella».


20061021103936.jpg21-10-2006-ABC

Pilar Ruiz Albisu, madre de Joseba Pagazaurtundúa, asesinado por ETA en 2003, defendió ayer la necesidad de derrotar a la organización terrorista como único medio de lograr un escenario de «paz, libertad y justicia», y advirtió a Zapatero que cualquier acuerdo de fin de violencia que conlleve cesiones a la banda deberá ser firmado «con la sangre de los asesinados».

En relación con la acusación del PP de que los socialistas estaban hablando con ETA cuando asesinaron a su hijo, asumió esta teoría y recordó que ya la expuso el día de la reunión entre Patxi López y Arnaldo Otegi. «Entonces dije que cuando mataron a mi hijo sólo me llamó Zapatero. No me llamó ni Eguiguren ni nadie, y por eso afirmé que me daba cuenta de dónde estaba Eguiguren y por qué no me llamaba».

Ruiz Albisu realizó estas declaraciones después de recibir junto al presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra, José Manuel Ayesa, el Premio a la Convivencia Cívica del Foro de Ermua.

El acto de entrega tuvo lugar en Vitoria y contó con la asistencia del diputado general de Álava, Ramón Rabanera; la presidenta del PP vasco, María San Gil; la europarlamentaria socialista Rosa Díez, y el ex secretario general de la Presidencia Javier Zarzalejos. Asimismo, estuvieron presentes víctimas del terrorismo como la hermana de Joseba «Pagaza» y presidenta de la FVT, Maite Pagazaurtundúa, Irene Villa o los padres de Miguel Ángel Blanco, Consuelo y Miguel.

La madre de Joseba Pagazaurtundúa aprovechó la ocasión para realizar un análisis muy crítico del proceso abierto a raíz de la tregua de ETA y acusó directamente al Gobierno de Zapatero de ocultar información a la ciudadanía. Pilar Ruiz admitió que haya quien piense que la derrota de ETA es imposible y que el acuerdo con los terroristas es inevitable, pero consideró «deshonesto que no sean sinceros», y reclamó que «lo digan públicamente».

«Por supuesto que queda muy bonito hablar de paz, llenarse la boca de paz -agregó-, pero si nos llegamos a conformar con una paz sin justicia ni libertad yo creo que sería todo un puro chanchullo». Para Ruiz Albisu una negociación Gobierno-ETA en estos términos haría que los cientos de personas asesinadas sirvan para que la organización terrorista «tenga más fuerza en la mesa de cambio de Estatuto y para la autodeterminación». Y sería además, a su juicio, un ejercicio de deshonestidad para con quienes se jugaron en su día la vida y la perdieron por defender la libertad.

«Fue deshonesto hacer que mi hijo se jugara la vida para lo contrario de lo que él creía. Mi hijo se arriesgó para derrotar a ETA-subrayó-, no para congraciarse con ella».

En este punto, pidió al Gobierno de Zapatero que si la «buena marcha» del «proceso» impide conocer los responsables del asesinato de Joseba Pagazaurtundúa, «no sonrían en Oslo o en Madrid» cuando lleguen a acuerdos con los terroristas. «Y para ser sinceros de verdad, si los de ETA terminan acercándose a sus objetivos, deberían firmar los papeles en las mesas con la propia sangre de los asesinados». «Así que si llegan a firmar, que no sonrían, y si se atreven a sonreír, yo les mandaré mi sangre de madre rota junto con mi maldición», advirtió.

Finalmente, auguró que el Gobierno del PSOE intentará «manejar» a las víctimas del terrorismo mediante la estrategia del palo y la zanahoria. A las víctimas «buenas», explicó, les darán zanahorias y a las víctimas «malas» que digamos que no renunciamos a la justicia y a la libertad, que sería como renunciar a la democracia, nos darán palo y nos dirán que no queremos la paz».

Ya Pilar Ruiz había advertido a Patxi López, cuando ambos coincidieron en Andoain en el acto de homenaje del segundo aniversario del asesinato de Joseba «Pagaza» que «quien pacta con traidores se convierte en un traidor. Espero poder bendecirte por tus actos, Patxi».