Comienzan las negociaciones para intentar formar gobierno


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Manejando a su manera los tiempos en lo que algunos asimilan con un carácter acomodaticio e incluso perezoso ilustrado en determinados medios recurriendo a esa burda representación en la que Rajoy aparece reclinado en un sofá mientras fuma, indolente, un puro, el Presidente del Gobierno en funciones ha iniciado los primeros contactos con los grupos parlamentarios salidos de las urnas el pasado 26 de junio.

La primera de las reuniones ha situado a Mariano Rajoy frente a Coalición Canaria, grupo que ha mostrado interés en facilitar la formación de un Gobierno para España y terminar con la provisionalidad en la que anda encallada la nación desde que, tras las elecciones anteriores, el sectarismo y el cálculo electoralista, unidos a la búsqueda de medro personal, impidieron que cristalizara un Gobierno que diera estabilidad a la Nación ahora que parece haber tomado la senda de la recuperación económica, una recuperación que ha de ser apuntalada con la aprobación de unos Presupuestos Generales que deberán ver el visto bueno en agosto. La reunión, o lo que ha trascendido de ella, deja en el aire la idea de un Rajoy plenamente realista, sabedor de las dificultades que entraña la formación de un Gobierno para el cual ha recibido un mayor respaldo por parte del electorado que el que obtuvo en diciembre. Un objetivo para el cual la táctica del gallego parece consistir en ir manteniendo reuniones con formaciones minoritarias como la canaria. Una táctica que, de dar resultado, podría dejar al pontevedrés como presidente en minoría frente a la opción por la que apostó antaño, la de la gran coalición con el PSOE. Es esta, precisamente, la cuestión más importante que habrá de resolverse en las próximas fechas, en las que veremos si se forma gobierno, y de qué tipo, o por el contrario los españoles son convocados a unas nuevas elecciones.

Todas las posibilidades siguen estando sobre la mesa máxime tras conocer las declaraciones de las secretarias del PSOE, quienes han insistido en manifestar que siguen siendo la alternativa al PP, y ello a pesar de que la distancia en escaños ha aumentado. Mendía y Hernández han tomado así la palabra para señalar que el voto del PSOE será no a la investidura de Mariano Rajoy, decisión que, de mantenerse, acercaría la posibilidad de esas terceras elecciones que todos dicen querer evitar pero que supondrían, al menos así lo marca el cálculo electoralista, nuevos cambios y oportunidades de supervivencia para diversos políticos profesionales. Por lo que respecta a ese PSOE enrocado en la obsesiva negación de Rajoy, acaso sus cálculos pasen por restarle votos a la coalición Unidos Podemos que ahora anda enfrascada en conocer las razones de su estancamiento. Por lo que respecta al PP, todo indica que, de repetirse los comicios, seguiría recibiendo votos hoy dirigidos al partido Ciudadanos, tan entusiasmado con su alianza con Pedro Sánchez tras diciembre, y principal valedor del gobierno andaluz de Susana Díaz en la Andalucía marcada por la corrupción sindical y clientelar.

En tal tesitura, las posibilidades de formar Gobierno parece que vuelven a pasar por las negociaciones, al habitual precio del chantaje, con las sectas separatistas que llevan condicionando, ora gustosamente ora a su pesar, a los diferentes inquilinos de la Moncloa. Ante el bloqueo del PSOE, todo parce indicar que el PP va a buscar sus apoyos, ignoramos el precio de tales, en grupos como el PNV, que ya se ha apresurado a salir en defensa de los presos etarras, sin que sepamos si lo hace por piedad cristiana o por contentar a la parroquia bilduitarra que gana terreno en las urnas tras décadas de terrorismo y crímenes.

Si esto ocurre con el partido de Sabino Arana, las otras posibilidades son las de negociar con las derechas catalanistas, es decir, con los herederos de Jordi Pujol y su familia, a los cuales hace tiempo que dejó de señalar el foco mediático. Paralelamente a esta opción, ya se anuncia una reunión con nada menos que ERC, encabezados por Tardá y Rufián, de los que no cabe esperar apoyo alguno a causa española que así se llame. Ambos ya han manifestado que cualquier pacto se hará al precio de la celebración de un referéndum regional que sirva para hacer saltar a España por los aires. La situación es, evidentemente muy compleja, sin embargo no tiene nada de novedosa. Nadie que tenga un mínimo de conocimiento de la vida política española ignora que estos pseudopartidos que inexplicablemente operan en la legalidad española, harán todo lo que esté en su mano para dañar a la nación al tiempo que colocan a los suyos.

La solución pasa, así seguimos creyéndolo en la Fundación DENAES, por la toma de responsabilidad, sobre todo, del ese PSOE sin implantación en Cataluña y empeñado en congraciarse con los catalanistas esbozando amagos de modelos territoriales que den satisfacción a la vanidad y extorsión que tienen su asiento en las tierras de Josep Pla. En una situación como la presente, exhortamos a los Sánchez y compañía a que hagan un servicio a la Nación y traten de sumarse a un Gobierno que habrá de ser sólido ante las acometidas ya anunciadas por los enemigos de la Nación, que es lo que está en juego.

Fundación Denaes, para la defensa de la Nación española