La presencia del batasuno Arnaldo Otegi en el Parlamento Europeo, propiciada por Izquierda Unida y Podemos el pasado miércoles, es un nuevo símbolo de la amenaza separatista contra la Nación Española que se refuerza cada vez más


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No podía ser en un escenario menos significativo: solamente por detrás del Velódromo de Anoeta, tradicional refugio del separatismo vasco en sus actos de fuerza, el inane y mastodóntico (por la inútil burocracia que representa, símbolo de la imposibilidad de la unidad europea, y menos aún de una presunta «democracia europea») Parlamento Europeo con sede en Bruselas es el lugar ideal para que un terrorista como Arnaldo Otegi, hoy disfrutando de su flamante puesta en libertad, exprese sus más claros deseos de ver la Nación Española cuarteada y disuelta en el maremágnum ideológico de la Europa de los Pueblos, donde el eje francoalemán vería culminados sus deseos de dominio sobre países como el nuestro. La amenaza del separatismo vasco ha renacido con la vuelta al ruedo político de Otegi.

Así se inició el pasado miércoles el pleno de la citada Eurocámara, con la presencia de Otegi, invitado por sus cómplices ideológicos Podemos e Izquierda Unida. Claro está que el resto del parlamento europeo no permaneció impasible, sino que llamó a las cosas por su nombre: entre gritos casi unánimes (huelga decir quiénes no se expresaron de ese modo) de «asesino» y «sinvergüenza», el presidente del Grupo Popular Europeo, el eurodiputado alemán Manfred Weber, alegó ante la Eurocámara la presentación de una «moción de orden» y pedir así la palabra al inicio del pleno. Quiso así expresar su más rotundo rechazo a la invitación de «un antiguo terrorista» y «un terrorista condenado» a un acto del grupo de la denominada Izquierda Unitaria Europea. Antiguo terrorista, pero separatista convicto y confeso, adalid de una amenaza terrorista contra nuestra Nación que se mantiene aún latente…

Literalmente afirmó el señor Weber: «Esto es una provocación, que ofende a las víctimas, el acoger aquí a un antiguo terrorista y darle foro y cancha y darle representación». Algo que caracterizó también como «intolerable en el Parlamento Europeo. Va contra la democracia, la libertad y la paz y espero que estemos todos juntos contra el terrorismo», destacando además el reciente trasfondo de los atentados del terrorismo yihadista cometidos el pasado mes en Bruselas. Algo que debiera haber matizado el europarlamentario alemán, puesto que la amenaza terrorista que encarna Otegi atenta contra los españoles y su integridad como Nación, mientras que los atentados yihadistas que tuvieron lugar en la ciudad que es es sede del Europarlamento atacaron a los «europeos» no por su pertenencia a una nación o agrupación de naciones, sino por su condición de cafres, esto es, de infieles respecto a la fe de Mahoma.

No obstante, la intervención de Manfred Weber generó una sonora oleada de aplausos en el Pleno, incluidas dos eurodiputadas de PP, Teresa Jiménez Becerril, y de UPyD, Maite Pagazaurtundúa, ambas víctimas del terrorismo separatista vasco de ETA, que precisamente el día anterior convocaron un minuto de silencio en honor a las víctimas del terrorismo etarra, para contrarrestar la participación de Otegi en la Eurocámara. Por supuesto, los representantes de Podemos no acudieron a este minuto de silencio…

Por su parte, los anfitriones del etarra Otegi, tanto los podemitas como los miembros de la extinta coalición IU, integrados en la Izquierda Unitaria Europea, expresaron a través de la portavoz en la Eurocámara, Gabriele Zimmer, que todo el mundo es favorable a la lucha contra el terrorismo, pero que también « hay que dar la posibilidad a personas que han apostado a favor de un proceso de paz». Al igual que el nefasto Presidente Zapatero, tanto el líder de Podemos, Pablo Iglesias Turrión, como su representante a nivel europeo piensan que Arnaldo Otegi es un «hombre de paz», verdadero ejemplo de manipulación de los conceptos, donde a los crímenes de una banda terrorista imbuida en una ideología delirante que aspira a la destrucción de la Nación en la que opera, se le denomina como «conflicto político» o «guerra», dando por supuesto que el País Vasco viene a ser como el Ulster irlandés, ocupado de forma imperialista durante siglos por Inglaterra. Claro que los ingleses gozan de un prestigio que obliga a los cobardes europarlamentarios a tentarse la ropa. ¿Cuántas veces hemos oído en la Eurocámara, de boca de quienes constantemente arropan a los terroristas etarras y sus brazos políticos, condenar la violencia que los británicos ejercen periódicamente en el territorio irlandés ocupado, frecuentemente con sus fuerzas armadas?

Se da la circunstancia de que estos mismos podemitas y miembros de IU que protestan porque tras la invitación a Otegi se le descalifica como «sinvergüenza» y «asesino», ponen el grito en el cielo porque el gobierno en funciones del Partido Popular invita al Congreso de los Diputados de nuestra Nación a la familia del opositor venezolano Leopoldo López; pero ellos no tienen reparo alguno en invitar a un enemigo declarado de nuestra Nación, Arnaldo Otegi, al Parlamento Europeo, para darle mayor cobertura y legitimidad a su causa antiespañola. Sin duda un futurible ensayo de la coalición electoral que tanto Podemos como IU firmarán de cara a las elecciones generales que se repetirán el próximo 26 de Junio…

Y es que, como bien ha recordado la eurodiputada Teresa Jiménez Becerril, que perdió tanto a su hermano como a su cuñada en un brutal y cobarde atentado terrorista perpetrado por ETA contra ambos en las calles de Sevilla en 1998, ninguno de sus dos parientes iba a ninguna guerra, sino que eran representantes de una Nación Española herida por el brutal y delirante separatismo vasco, el mismo que secularmente ha ido repitiendo sus mentiras una y mil veces, logrando enajenar a una buena cantidad de españoles que en sus proyectos y aspiraciones iban dejando de serlo, así como amedrentando, violencia mediante, a otros muchos que accedían a pagar impuestos revolucionarios y se convertían así en cómplices de la violencia separatista, con tal de que les dejasen «en paz». Referentes morales de una España putrefacta, tanto los verdugos como sus cómplices, ahora en versión de «nueva y vieja política», son el paradigma de un verdadero cáncer que sufre nuestra Nación y que sólo mediante políticas enérgicas y consensuadas entre los grandes partidos nacionales, podrá extirparse para asegurar la pervivencia secular de España.

Desde la Fundación Denaes volvemos a constatar cómo la amenaza separatista contra la Nación Española renace con cada vez más fuerza, ya no sólo por la excarcelación de uno de sus símbolos, Arnaldo Otegi, sino gracias a la colaboración solidaria de dos partidos políticos como Izquierda Unida y Podemos, que permiten que el batasuno se sienta como en casa, escenificando su presencia ante la fabulada Europa de los Pueblos. Partidos que hemos de considerar, vistos los hechos, como dos sectas no nacionales.

Fundación Denaes, para la Defensa de la Nación Española.