El separatismo catalán, en su delirio ideológico, concibe que el mayor de los males es ser español, por lo que, pese a ser ellos mismos españoles, sus medios de adoctrinamiento y manipulación ponen el énfasis en identificar todo lo dañino y peligroso como perteneciente a la Nación Española


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No resulta novedoso percibir en los medios de comunicación de nuestra Nación, principalmente en el entorno de las sectas separatistas antiespañolas, un constante discurso de odio y menosprecio a todo lo que sea español. Recordemos cuando se produjo la ilegalización de Batasuna, por entonces la marca blanca de ETA (en una época en la que el Gobierno de España se comprometía en serio en acabar con la banda terrorista y no buscaba diálogos ni componendas), y que cuando el Partido Nacionalista Vasco, entonces en el poder en el País Vasco, permitió la ejecución de la medida, las huestes aberchales gritaron al unísono en sus manifestaciones: «¡PNV español!». Y es que ser de nacionalidad española es el mayor insulto para quienes, pese a ser españoles de pura cepa, reniegan de ese origen y pretenden identificarse con otras «razas» superiores, con los arios como dirían Federico Krutwig o Pompeyo Gener, idea implícita en estos delirios antiespañoles y recientemente recuperada de forma explícita por el líder de ERC, Oriol Junqueras.

Así, no será de extrañar que en la televisión catalana, TV3, cuando se ofrezca la noticia del grave y desastroso incendio producido en la localidad barcelonesa de Ódena, causado por las chispas de una trituradora de paja según los informes oficiales, el propietario de una finca donde se procesaba la hierba seca, el mismo que ha reconocido los hechos y se han entregado a las autoridades voluntariamente, sea caracterizado como «español». Nada raro, no sólo por una cuestión de probabilidad estadística, sino por una mera identificación y situación de los protagonistas de un hecho.

Sin embargo, si después comprobamos que la misma TV3 se destaca, con gran alborozo y sin pudor alguno, que la medallista española en los Mundiales de Natación de Kazan aún en disputa, Ona Carbonell, también natural de la barcelonesa localidad de Ódena, es nombrada como «catalana», entonces encontramos una razón para comenzar a criticar al ente público: el causante de un grave incendio, aunque de forma involuntaria, es «español»; una medallista es «catalana». El mal es español; el bien, catalán. No extraña nada que Duran, un renegado del proceso independentista que Arturo Mas ha abrazado como huida hacia adelante para seguir chantajeando al actual Gobierno de España, haya dicho recientemente que TV3 es como el NODO franquista. Aunque Duran, siempre tan tibio en sus manifestaciones y medidas políticas, ha sido muy blando en su calificación de la televisión autonómica catalana: independientemente de su declarado partidismo, nunca el NODO hubiera tenido la ocurrencia de atribuir a los catalanes algún tipo de maldad o de inferioridad respecto al resto de los españoles…

Pese a toda esta exhibición de menosprecio e incluso odio a lo español, paradójica por ser realizada por españoles de nacimiento aunque enajenados por un grave delirio ideológico, nada impide que las instituciones públicas colmen de subvenciones y dinero público a estos sediciosos. Así, el Ministerio de Cultura y Radio Televisión Española han recientemente otorgado un millón y medio de euros a Isola Passona, la productora y autora del documental L´Endema, pieza en la que se identifica a Cataluña con una mujer maltratada por un marido machista y violento, identificado a su vez con… ¡España! A qué grado de alienación han llegado estos sujetos, que creen que siendo catalanes son algo diferente a los españoles, y pese a ser colmados de todo tipo de ayudas estatales para paliar sus deudas producto del despilfarro realizado en «embajadas» y otras instituciones para alentar la sedición, se consideran poco menos que «maltratados», haciendo vulgar demagogia y frivolizando con un hecho tan grave y desgraciadamente cotidiano como es la violencia doméstica…

De hecho, Passola recoge en su documental únicamente opiniones de particulares que son favorables a la independencia de España, así como infinidad de datos contrarios a la permanencia de Cataluña como parte de la Nación Española, ofreciendo supuestas y grandiosas ventajas para una Cataluña indepediente. La famosa retahíla de una nueva nación dentro de la Unión Europea, una suerte de Mónaco o Suiza. Ni se le ocurre pensar a la «intelectual» Passola en que Cataluña pudiera acabar siendo una suerte de nueva Albania o Kosovo de Europa occidental…

En total, la señora Isola Passolla ha recibido una pingüe aportación económica para realizar su largometraje que se desglosa de la siguiente manera: más de medio millón de euros provenientes del Ministerio de Cultura y cerca de un millón otorgados por RTVE al comprar los derechos de emisión de la próxima pelicula que va a producir, que será el resultado de adaptar la novela de Juan Sales, Incierta gloria, ambientada en la Guerra Civil Española, para confeccionar el guión. La cinta será dirigida por Agustín Villaronga, el mismo cineasta que se encargó del rodaje de Pan negro. No es de extrañar que la sediciosa Passola esté de enhorabuena…

Desde la Fundación Denaes alertamos del peligroso delirio en el que viven estos sediciosos antiespañoles, quienes pese a disfrutar sin ningún problema ni cargo de conciencia de todas las ventajas que supone el ser español de pleno derecho (incluyendo importantes beneficios dinerarios de las instituciones españolas), no dudan en atizar todo su odio contra la Nación que les ha otorgado la existencia que tienen. Es necesario que los poderes públicos dejen de promover estas constantes incitaciones al odio, canalizadas de formas tan diversas como mediante la realización de documentales, películas, programas televisivos y una variedad de medios tan grande como inmenso es el odio que estos separatistas muestran por una Nación, la Española, sin la cual no serían más que vulgares apátridas.

Fundación Denaes, para la Defensa de la Nación Española.