Pese a que tanto la Generalidad de Cataluña como el Ayuntamiento de Barcelona no acudieron al homenaje a las víctimas del terrorismo de ETA, en la efeméride de la brutal matanza del Hipercor de la Ciudad Condal, los partidos políticos y asociaciones civiles allí presentes, nos recuerdan que Barcelona aún no está perdida ni putrefacta por la nefasta influencia del separatismo.


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Un 19 de Junio de 1987 la banda terrorista separatista ETA colocó un explosivo en el aparcamiento del centro comercial Hipercor, cuyos elementos inflamables como el napalm agravaron las consecuencias sobre quienes se encontraban en su radio de acción, que sufrieron espantosas quemaduras. El artefacto provocó la muerte de veintiún españoles y dejó heridas de diversa consideración a otras cuarenta y cinco personas. Coincidiendo con la efeméride de este brutal crimen, la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas organizó el pasado viernes un homenaje a estas víctimas que simbolizan a una Nación Española herida por sus más aberrantes enemigos, y aún hoy amenazada de las más diversas formas por españoles que, en su delirio ideológico, han dejado ya de serlo.

Evidentemente, no tenía sentido que representantes del separatismo catalán, ya fueran del gobierno de CiU o de sus compañeros de viaje en el kafkiano «proceso hacia la independencia», como ERC o las CUP, acudiesen al homenaje a las víctimas de un terrorismo solidario con estas sectas antiespañolas en sus intenciones de destruir la Nación Española. No cabía esperar otra cosa de quienes tantas veces se han identificado explícitamente con el terrorismo separatista vasco (recordemos al nefasto José Luis Carod Rovira recordándole a ETA que antes de atentar en Cataluña debían mirar en el mapa y ver que no era España, llegando a entrevistarse con la cúpula etarra en Perpiñán para «persuadirles» de ello).

Es más, ni siquiera los protagonistas del cambio lampedusiano (todo cambia para que todo siga igual) que las recientes elecciones municipales propiciaron en el Ayuntamiento de Barcelona, como la propia alcaldesa Ada Colau, se han dignado a asistir a la ofrenda de esta Asociación Catalana de Víctimas. Es bien sabido que la plataforma Barcelona en Común, que arrebató a CiU su feudo más preciado, comulga en idénticas ideas de disgregar la Nación Española para el advenimiento de una Cataluña independiente, abogando por el más que repetido «derecho a decidir», por lo que menos aún podía esperarse su presencia en un acto semejante. No obstante, el gobierno vasco sí mandó representación y también estuvo presente en el homenaje un diputado en el Congreso de la formación separatista Amaiur.

Sin embargo, resulta una pérdida de tiempo lamentarse por la ausencia de quienes se suponen representantes de la Nación Española en Cataluña y Barcelona en un acto de homenaje a la Nación Española; lo que hemos de celebrar es que, por el contrario, sí estuvieron presentes en el mismo, dentro de las más de cien personas que acudieron al acto, varios concejales de Ciudadanos pertenecientes al Ayuntamiento de Barcelona, concejales de distrito del Partido Popular, así como diversas representaciones de UPyD, el PSC y la responsable de VOX en Cataluña, Ariadna Hernández. Representantes de partidos políticos que, con diferentes matices y algunos de ellos con insuficiente firmeza, engranan en su ideario con la defensa de la Nación Española que es el motivo de la existencia de nuestra Fundación. No podemos olvidar tampoco que en el acto también estuvieron presentes organizaciones cívicas como la Asociación por la Tolerancia.

Entre las autoridades presentes en el homenaje, figuraban la directora de la Oficina de Víctimas del Terrorismo, dependiente del ministerio de Interior, Sonia Ramos, quien destacó que el Estado trata de combatir el «efecto del olvido» sobre las víctimas del terrorismo acudiendo a actos como éste; el subdelegado del Gobierno en Cataluña, Emilio Ablanedo, que ha destacado que las víctimas del terrorismo son una prioridad para el ejecutivo y que los ciudadanos no pueden tolerar las ideas que promueven el terror; también otras personalidades como el director de los Mozos de Escuadra, Alberto Batlle, estuvieron presentes en el homenaje. La ofrenda floral ante el monumento a las víctimas del brutal crimen etarra culminó el emotivo acto.

Desde la Fundación Denaes queremos destacar este acto de homenaje a las víctimas de un brutal atentado como un símbolo: el símbolo de que no todo está corrompido ideológicamente en Cataluña, sino que existen aún personas y organizaciones de diverso signo que no han dejado de lado la defensa de la Nación Española y de las víctimas que la representan. Pese a que de manera paulatina las víctimas del terrorismo separatista (en este caso, del separatismo vasco de ETA) han ido convirtiéndose para la opinión pública, por efecto de una propaganda dañina y sectaria, en una suerte de personas rencorosas e incapaces de perdonar, ellos son quienes nos recuerdan las amenazas a las que se encuentra sometida a la Nación Española, y exigen no sólo mantener la memoria, sino seguir estando alerta frente a nuestros más declarados enemigos.

Fundación Denaes, para la Defensa de la Nación Española.