Si muchos de nuestros más caracterizados compatriotas en la política, el deporte u otras áreas suelen mostrar desafección o incluso indiferencia hacia los símbolos de la Nación Española, una concejala canaria del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Yaiza Afonso, no ha hecho más que imitar la podredumbre que le rodea


Yaiza_Afonso_Himno_Espanol.jpg

Durante la toma de posesión de los nuevos concejales en los ayuntamientos de toda España, producto de los recientes comicios municipales, aparte del canallesco reparto de cargos y prebendas fruto de pactos postelectorales que indican una profunda corrupción de la democracia realmente existente, un hecho fue destacado varios días después: una concejal del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, militante de la formación política de nuevo cuño Sí se puede, permaneció sentada mientras el resto de los ediles honraba la audición del Himno de España que sonó antes de finalizar la sesión plenaria constitutiva del consistorio chicharrero.

El argumento de la edil para cometer semejante falta de respeto hacia el Himno de la Nación Española en cuyas instituciones se encuentra instalada, fue que «el himno nacional sobra en un acto municipal», añadiendo que «en la mayoría de los municipios de Canarias no suena esta pieza», pues se trata de un símbolo «trasnochado». Y es que «una parte de la sociedad canaria que no se siente identificada con el himno de España», pues «no es un elemento conciliador». Pese a que su padre sí fue una persona que, a confesión de Afonso, honró como se merecen los símbolos de su Nación, la Española, ella anticipó en un artículo periodístico días antes de la toma de posesión sus intenciones: cuando sonase el himno, se quedaría sentada e imaginaría a su padre contándole sus sueños.

Semejante muestra de desafección a la Nación Española a la que Yaiza Afonso no sólo pertenece sino para la que trabaja en un cargo de responsabilidad municipal, no puede ser ocultada mediante tamaña cursilería, que recuerda mucho a la de otro político español que no respetaba ni los símbolos de la Nación Española ni los de ninguna otra, Rodríguez Zapatero: recordemos cómo antes de ser presidente, en un desfile de la Fiesta Nacional del España del 12 de Octubre en el que estuvieron presentes representantes de los Estados Unidos, el entonces líder de la oposición no se levantó ante el paso de la bandera norteamericana, ultraje del que sus mandatarios tomaron buena nota, pues España fue totalmente aislada y expulsada del concierto internacional como represalia durante los años en los que Zapatero, el hombre para el que los países no existen, fue Presidente del Gobierno.

Lo peor de todo no es que la concejal Afonso fuera la única que permaneció sentada ante la audición del Himno, puesto que el resto de sus compañeros de formación se mantuvieron de pie como corresponde, sino que incluso otros miembros de la corporación aplaudieron su decisión, considerándola un gesto democrático. Igual que muchas autoridades consideraron el ultraje al Himno Nacional Español durante la pasada Final de la Copa del Rey de fútbol como un símbolo de normalidad democrática, pertenecer a una corporación municipal española y sin embargo despreciar los símbolos que la representan es tratado de igual manera. Pero qué vamos a decirle a la concejal Afonso si incluso miembros del mismo ayuntamiento que militan en el PP, en el PSOE o en IU aplaudieron su actitud e incluso se escandalizaron de que la falta de respeto hacia los símbolos de todos sea considerada algo anormal; tan sólo miembros de la corporación pertenecientes a Coalición Canaria y Ciudadanos destacaron acertadamente que el Himno representa a todos los españoles y una persona con responsabilidades políticas ha de respetarlo sin cuestionamiento alguno.

Apelar a cuestiones de pluralidad o diversidad para justificar que dentro de un mismo partido político unos respeten el Himno Español y otros no es una justificación tan peregrina y pedante como apelar a los sentimientos del padre de Yaiza, que era un patriota declarado, y de los que paradójicamente se acordó mientras realizaba el gesto contrario. Una persona que represente a España, aunque sea a un modesto nivel local, si no respeta los símbolos de esa Nación para la que trabaja, debe ser inmediatamente apartada del cargo, puesto que tan ofensiva es esa actitud como ciertas manifestaciones injuriosas a través de las redes sociales, que han obligado a algunos nuevos ediles a dimitir de sus cargos.

Desde la Fundación Denaes destacamos la confusión ideológica en la que se encuentra la flamante concejal Yaiza Afonso, capaz de acordarse de los sentimientos patrióticos de su padre mientras ponía en escena otros sentimientos de desafección a la Nación Española que, según ella, representan a españoles que no se identifican con los símbolos de su propia Nación. Pero ni Yaiza ni los ciudadanos que dice representar tienen cabida dentro de la Nación Española, salvo que dejen sus sentimientos a un lado y se los guarden para su fuero interno, mientras realizan un gesto tan sano y natural como honrar a los símbolos de una España sin la que, lo quieran o no, no serían más que unos pobres apátridas.

Fundación Denaes, para la Defensa de la Nación Española.