Mientras que en la Pensacola que el gran héroe español Bernaldo de Gálvez liberó de las garras británicas se celebraba su gran gesta, el actor norteamericano Sean Penn era convertido por una periodista en «portavoz» de quienes abogan por el mito de una nación catalana independiente


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Recientemente el Congreso norteamericano aprobó que figurase en su sede el retrato del marino español Bernaldo de Gálvez, auténtica gloria de España sin embargo hoy completamente olvidada en nuestra Nación (como ha sucedido hasta reciente fecha con otro singular almirante, Blas de Lezo, hoy con sendas estatuas de homenaje en Madrid y Cádiz). La toma de la ciudad de Pensacola, que realizó en soledad (como señala la divisa de su escudo, «Yo solo»), junto a otras gestas en las que participó y que le valieron el privilegio de desfilar un 4 de Julio junto a George Washington, fueron conmemoradas recientemente en la población norteamericana. Sin duda, el refrán de que nunca es tarde si la dicha es buena está mejor aplicado que nunca en el caso de Gálvez, a la sazón ciudadano honorario de los Estados Unidos, cuya contribución a la independencia norteamericana, pese a luchar para perjudicar a nuestros enemigos ingleses, es más que evidente, además de resaltar el vínculo que históricamente, y hoy más que nunca por la difusión de la lengua española en Estados Unidos, mantienen ambas naciones.

Sin embargo, mirando a la realidad de nuestra Nación encontramos poca gloria y sí mucha miseria. Tal es el caso que ha rodeado recientemente la figura del actor norteamericano Sean Penn, que en una entrevista concedida al diario El País y publicada el 3 de mayo, después difundida por otros medios digitales, afirmó respecto al rodaje en Barcelona de su última película, «Caza al asesino», que «son muchos los que dirán que no trabajé en España, sino en Cataluña», pronunciando esta sentencia con una cierta ironía en su tono de voz, como refleja la propia entrevista. De hecho, las palabras del actor estadounidense van acompañadas de una interpretación más que tendenciosa de la periodista que le entrevistó, Rocío Ayuso, quien en su peculiar comentario a la respuesta del actor afirma previamente que «Con Caza al asesino, Penn ha disfrutado mientras filmaba en España. Bueno, en Cataluña, como corrige de inmediato con picardía y ganas de participar en la polemica».

Y es cierto que son muchos los que, ya no sólo dentro de la propia Nación Española, sino en el extranjero, consideran ya una cuestión de hecho la existencia de una nación catalana, dotada ya de cierta autonomía y en el camino de ser verdaderamente independiente y soberana; no son pocos los que así lo mantienen en Estados Unidos, sobre todo gracias a la prédica realizada por el sociólogo Manuel Castells en varias universidades suyas. Sin embargo, no parece ser el caso de Sean Penn, quien ironiza sobre esa constante y estúpida distinción entre España y Cataluña que seguro tuvo ocasión de escuchar durante su rodaje en Barcelona. Claro que siempre tendremos a una periodista audaz, amiga de los «hechos diferenciales» y dispuesta a enredar y tergiversar el titular correspondiente para que diga lo que el plumilla quiere que diga.

Sean Penn, cuya entrevista se titula precisamente «No deseo convertirme en una estrella de acción», es un actor que se ha distinguido a lo largo de su dilatada carrera por acogerse a los más variados registros interpretativos. Pero, a tenor de la entrevista del diario El País y el titular que inicia el peculiar comentario de la periodista Rocío Ayuso, Sean Penn nunca interpretará a Bernaldo de Gálvez. Y no precisamente por creer que fuera un héroe catalán y no español…

Desde la Fundación Denaes consideramos todo el revuelo y polémica despertados en las redes sociales a propósito de Sean Penn y sus palabras como un síntoma de la corrupción que vive la Nación Española, donde las palabras de una personalidad extranjera, extrañada ante la ridiculez de distinguir entre España y una parte de la misma, tienen que ser manipuladas y retorcidas por la entrevistadora para que sean del gusto de ciertos sectores proseparatistas en aras de la corrección política. Situación que se encuentra en las antípodas de lo que sucede en Estados Unidos con la Historia de España, donde personajes como Bernaldo de Gálvez son homenajeados como parte indisoluble de su forja como Nación.

Fundación Denaes, para la defensa de la Nación española