«Venimos de Venezuela, un país libre y democrático y no es fácil acostumbrarse a los peligros de un régimen opresor como éste. Porque España tiene secuestrados a los vascos, ha metido en prisión a muchos de sus líderes políticos y el pueblo más antiguo de Europa hoy no tiene derecho a decidir su futuro»


Como viene siendo habitual, Venezuela provee de materiales propios del Valle-Inclán que confeccionara ese clásico ya extraliterario conocido como esperpento. Acostumbrados estamos ya a contener la risa ante los delirios espiritualistas, indigenistas y burdamente antiyanquis que, trufados de ampulosa y estrafalaria jerigonza gorilesca, profiere Nicolás Maduro, sucesor de aquel que se definía, víctima de una alucinación negrolegendaria, como «indio alzado»: Hugo Chávez.

Pues bien, tras haberse desvelado el hecho de que muchos de los dólares que proporcionaba un petróleo, cuyo precio era mucho más elevado que en la actualidad, iba destinado a financiar a un grupo de profesores universitarios que desde hacía años se dedicaban a predicar las doctrinas emanadas de la transitología española por tierras hispanoamericanas, recientemente se ha emitido en la televisión pública venezolana un pequeño reportaje inserto en el programa El Desayuno, en el cual se parodia el programa de Antena 3, En tierra hostil.
En dicha emisión, un bufo remedo del curtido reportero español Jalis de la Serna, llamado en la Majaris de la Sorna, manifiesta lo siguiente tras desperezarse en una Pamplona que sitúa en lo que llama «Basque Country»:

«Venimos de Venezuela, un país libre y democrático y no es fácil acostumbrarse a los peligros de un régimen opresor como éste. Porque España tiene secuestrados a los vascos, ha metido en prisión a muchos de sus líderes políticos y el pueblo más antiguo de Europa hoy no tiene derecho a decidir su futuro».

Tras semejante retahíla de falsedades y tópicos tan caros para las numerosas facciones de fanáticos hispanófobos, añade que en la ciudad de los sanfermines «produce escalofríos solo el hecho de salir a la calle porque en cualquier momento se puede producir una violación de los Derechos Humanos». Dicho lo cual pasa a describir el enfrentamiento que a su torcida visión existe entre los vascos, «indígenas del lugar» y unos españoles alineados con Colón, Pizarro, y en definitiva todos aquellos que sirvieron para confeccionar una leyenda negra que mantiene su infección ideológica a ambos lados del Atlántico. Ignora el grotesco reportero que de Vascongadas procedió un sinnúmero de gentes, el propio Bolívar era de origen vasco, que se embarcaron en la empresa americana ocupando cargos de todo tipo.

Tras las majaderías aludidas, entra en escena el diputado español y miembro de Amaiur, Sabino Cuadra, ardoroso defensor de la imposible construcción política llamada «nación de naciones». Cuadra aparece en unas imágenes en las que blande la documentación que lo acredita como representante de la soberanía nacional dentro de unas manifestaciones que pretenden precisamente la quiebra de tal soberanía. Esta consentida contradicción que DENAES ha denunciado tantas veces da paso a las declaraciones que el diputado vierte en este ejemplo de telebasura fabricada.

Cuadra esgrime, en español que no en vascuence, todos los pseudoargumentos del separatismo vasco, el de sacristía y el de zulo, comenzando por afirmar la existencia de una fantasmagórica y natural soberanía propia del así llamado «pueblo vasco» o Euskal Herria, para seguir desgranando graves ofensas a la nación –él emplea la fórmula franquista «estado español»- de la que cobra y a la que, mal que le pese y mal que nos pese a todos, representa.

En definitiva el vídeo no es sino una muestra de una situación desgraciadamente habitual, la de la existencia de toda una ideología firmemente asentada en grandes áreas españolas e hispanoamericanas marcadas por una hispanofobia de la cual son víctimas a partes iguales, tal nos parece, las naciones políticas surgidas tras la constitución gaditana de 1812, hoy amenazadas por indigenismos disolventes –y el indigenismo vasco no es una excepción- y en gran medida fabricados ex profeso con la intención de erosionar una parte constitutiva del mundo: la hispanidad, de la cual quedarían segregados, para caer en el área de influencia de otras partes formales de ese mismo mundo repleto de fronteras, quienes apelan a los más oscuros componentes del Mito de la Cultura.

Fundación Denaes, para la defensa de la Nación española