Desde la Fundación DENAES no podemos sino celebrar todas aquellas medidas que, como esta, vayan en una dirección que favorezca la cohesión interna y garantice la igualdad de oportunidades entre españoles


Escondida entre la incesante actividad periodística que, acompañada de estadística y opinión, tanto espacio ocupa en los medios de comunicación, recientemente se publicó la noticia de la aprobación de un Real Decreto por el cual se establece un nuevo catálogo de las categorías profesionales de los servicios de salud. Dicho de otro modo, la acción gubernamental, encabezada por el Ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, permitirá al personal sanitario el acceso a plazas vacantes en otras comunidades autónomas diferentes a la suya.

El nuevo Real Decreto, al menos sobre el papel, servirá para poner coto a esa corrupción legal implantada en España consistente en encapsular regionalmente puestos de trabajo, práctica que se sitúa en la antesala del endémico clientelismo y voto cautivo que con tanta insistencia se denuncia, y contra el que poco o nada se ha legislado en las últimas décadas marcadas por el pactismo entre partidos de ámbito nacional y pseudopartidos regionalistas o abiertamente separatistas.

Así las cosas, el cumplimiento de las nuevas medidas, en sintonía con la tan reclamada unida de mercado, permitirá garantizar algo tan elemental en toda sociedad política del presente como es la movilidad laboral, en este caso, de médicos, enfermeros y personal no sanitario. Trabajadores que podrán acceder a plazas vacantes en diversas autonomías, pues a partir de ahora los concursos de traslado convocados por los diferentes servicios de salud deberán atenerse a criterios comunes, exigencia a la que ha de sumarse la creación de una coordinadora interregional que supervisará el cumplimento del principio de colaboración entre todos los servicios de salud españoles.

La aprobación, que celebramos, de tal medida legal, muestra hasta qué punto ideas como la de descentralización o pluralidad han sido instrumentalizadas ideológicamente por diversas facciones políticas y gremiales para avanzar hacia la descomposición de la sociedad española. En efecto, medias correctoras como la comentada muestran con nitidez cuáles son los frutos cosechados tras décadas de política autonómica mal entendida: la construcción de artificiosas barreras legales que se levantan para dificultar algo que consagra la propia Constitución de 1978, la misma que permitió la actual ordenación autonómica, en su artículo 14:

«Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social».

Desde la Fundación DENAES no podemos sino celebrar todas aquellas medidas que, como esta, vayan en una dirección que favorezca la cohesión interna y garantice la igualdad de oportunidades entre españoles. Un apoyo que hacemos extensivo a iniciativas más audaces mas no menos importantes para el buen orden como serían la devolución al Estado de aquellas competencias relacionadas con cuestiones tan importantes como la sanidad y la educación.

Fundación Denaes, para la defensa de la Nación española