Huelga repetir que DENAES se sitúa al margen de las controversias partidistas, sin embargo, hemos de incidir una vez más en la importancia, en su dimensión política que no filológica, que le damos a la única lengua común a todos los españoles


Parece claro, al menos las encuestas así lo auguran, que el panorama político español está cambiando. Los dos bloques hegemónicos que siempre se han apoyado en partidos secesionistas para gobernar, parecen haberse, en parte, resquebrajado, dejando unos huecos que diversas facciones políticas más o menos novedosas se han apresurado a rellenar. Dadas estas circunstancias, el escaparate político español ha aumentado la cantidad de ofertas dirigidas al votante, y mientras algunas muestran un cauteloso reformismo, otras apuestan por la ruptura por entender que la actual España está deslegitimada por ser heredera –debido a la continuidad consagrada por la llamada transición- de un período, el franquismo, del que todos, sin excepción, tratan de distanciarse.

En esta tesitura, los nuevos partidos, y cuando hablamos de partidos nos referimos a aquellos de implantación y proyectos nacionales excluyendo a los demás, se encuentran con diversas dificultades para competir con los históricamente hegemónicos. Uno de los principales problemas es, naturalmente, el de la financiación, asunto a menudo oscuro que tantas portadas de periódicos está acaparando últimamente. Otro de ellos, y no menor, es la dificultad que tales formaciones tienen para encontrar candidatos que recubran la geografía electoral nacional. Este último asunto entraña un peligro evidente: la posibilidad de que accedan a los partidos individuos arribistas, oportunistas que desvirtúen la claridad, si la hubiere, de los planteamientos políticos de tales partidos.

Sirva como ejemplo de todo esto la reciente polémica que ha envuelto a dos de las facciones, de momento no mayoritarias, del panorama partitocrático español: Ciudadanos y Vox.

La controversia ha venido de la mano de un comunicado firmado por la presidenta de VOX en Baleares, Ana María Vidal. En dicho escrito se denuncia la postura que Ciudadanos parece haber tomado en relación con este archipiélago español por el que beben los vientos los elementos fanatizados por el catalanismo, aquellos que consagran sus esfuerzos a la construcción de una fantasmagoría etnolingüística con pretensiones políticas llamada Países Catalanes.

Según Vidal, Ciudadanos concurriría a las próximas elecciones de mayo con un programa a favor de la inmersión en catalán, conclusión extraída de las manifestaciones de su representante en las islas: José Luis Bauzá. Ante tal propuesta, tan alejada de los planteamientos que en tal materia ha mantenido Ciudadanos en su lugar de origen, Cataluña, Vox proclama su propuesta de libre elección de lengua, balear-español con refuerzo de la enseñanza de inglés, en todas las etapas educativas.

Huelga repetir que DENAES se sitúa al margen de las controversias partidistas, sin embargo, hemos de incidir una vez más en la importancia, en su dimensión política que no filológica, que le damos a la única lengua común a todos los españoles: la lengua española. Por tal motivo, no sólo estaremos en sintonía con aquellos proyectos que trabajen en el fortalecimiento no de la lengua española, cuya salud es excelente si tenemos en cuenta el número de hispanohablantes en el mundo, sino de acciones que en otras naciones resultarían impensables, como son la discriminación lingüística a la que están sometidos muchos españoles gracias a maniobras como la consentida e instrumentalizada inmersión lingüística o a iniciativas sutilmente coaccionadoras del uso de la lengua de Cervantes.

Dicho esto, somos plenamente conscientes de hasta qué punto lo lingüístico ha estado al servicio del adoctrinamiento hispanófobo, razón por la cual rogamos a los diversos partidos políticos que concurrirán a las próximas elecciones, a que clarifiquen al máximo su postura en relación con tan trascendental asunto.

Fundación Denaes, para la defensa de la Nación española.