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El Alto Comisionado para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, cree que al país le ha «fallado» saber venderse dentro y fuera, porque tiene «valores incuestionables», pero hay que potenciarlos «al máximo» y explicarlos a los demás.

«Si comparamos España con una empresa, es una empresa que produce y hace las cosas bastante bien, pero el departamento de ventas es un desastre», ha enfatizado en la conferencia inaugural de la Escuela de Verano de la Fundación Denaes (Fundación para la Defensa de la Nación Española).

El vicepresidente de Inditex, que ayer tomó posesión como Alto Comisionado y asumió la responsabilidad de impulsar la Marca España, ha destacado que el país «hace cosas mucho más importantes» de lo que piensa la mayoría y ha abogado por promover el conocimiento y divulgación interna para recuperar la «autoestima», que es «fundamental» en estos momentos.

A su juicio, España tiene «valores incuestionables», no se trata de «vender humo», sino de «realidades» que se deben potenciar «al máximo», empezando por conocerlas dentro del propio país, para que así sea más fácil trasladarlas también al exterior.

Espinosa de los Monteros ha lamentado que si se preguntara a los alemanes, los ingleses o los suecos qué país está construyendo el segundo canal de Panamá, va a ejecutar el tren de alta velocidad entre Medina y La Meca, tiene una empresa con 6.000 tiendas en cinco continentes y tiene el mayor índice de donación de órganos, «ni un 1 por ciento sospecharía» que es España.

Aunque en su opinión, lo más grave, es que si esa pregunta se hiciera entre los españoles no cree que más de un 10 % supieran que se trata de su propio país.

«Una de las cosas que nos ha fallado es saber vendernos tanto fuera como dentro», ha apostillado.

El Alto Comisionado, que no va a recibir remuneración por desempeñar este cargo, ha recordado que el valor de la Marca España estuvo creciendo casi de manera continuada desde los años 1977 y 1978 hasta 2006-2007, cuando se alcanzó el «cenit» y se iniciaron cinco años de «declive».

Ahora, ha explicado que el país está en «el máximo histórico de notoriedad», pero acompañada de connotaciones negativas por su situación económica, mientras que su reputación -las percepciones positivas sobre el país- es lo que está cayendo.

Su tarea será la de volver a recuperar esa imagen de España, tanto en el exterior como dentro del propio país.

Y es que, según dice, la marca es un activo fundamental del que se beneficia el país y todo lo que vaya en beneficio del país «baja en cascada» hasta el último de los españoles y repercute en el empleo y las inversiones, lo mismo que ocurre cuando es a la inversa.

Espinosa de los Monteros, que quiere dejar de hablar todos los días de la prima de riesgo y volver a hablar del tiempo y de las cosas que entiende la gente, ha recalcado que una marca no se construye solo sobre un único factor, como se ha hecho durante muchos años en España en torno al turismo.

También forman parte de la imagen de marca, además del turismo, la cultura y el patrimonio, la aceptación de los productos del país en el exterior, la política interior y exterior, la atracción para los inversores, y las personas.