mezquita-390--253x190.jpgCon todos los focos informativos centrados en el bufo espectáculo de la liberación de los tripulantes del Alakrana, algunas noticias como la que a continuación pasamos a analizar, han pasado inadvertidas.

Así pues, estos días hemos sabido que una mezquita de Manlleu, acogerá una de las más de 130 consultas independentistas que se celebrarán –ante el mutismo cómplice del Gobierno y el silencio de una oposición dispuesta a hacer cualquier cosa por ganarse el “cariño” de los secesionistas «moderados» catalanes–, en municipios catalanes el próximo 13 de diciembre.

El secesionismo catalán, históricamente apoyado por el clero católico, ha encontrada esta vez un nuevo aliado, procedente de una herejía de esta religión: el Islam, percibido en ocasiones, y desde unas autodenominadas izquierdas, como un colectivo oprimido por Occidente, razón que habría llevado a estos desheredados del progreso, a cometer actos como los del 11-S y el más próximo 11-M. Y mientras este «problema» permanece enquistado a la espera de las soluciones que llegarán con el advenimiento de la Alianza de Civilizaciones, desde Manlleu, los sarracenos pretenden liberar a Cataluña del yugo hispánico que cuenta, incluso, entre sus mayores figuras con unos reyes llamados católicos.

La unión entre secesionistas e Islam no es nueva. El tripartito ya trabaja en una ley que equipare a las iglesias con las mezquitas, futuro «caladero» –valga el símil pesquero en días como estos– de votos codiciado por formaciones más próximas al anticlericalismo que al ateísmo, como demuestra su desprecio por el catolicismo en una tierra, Cataluña, en cuya toponimia no pueden existir más referencias al santoral cristiano.

Desde DENAES, no sólo nos posicionamos en contra de dichas consultas ilegales que cualquier gobierno serio impediría, sino que también hemos de señalar la amenaza formal que para España significa la implantación del Islam en su territorio. Y este posicionamiento no lo explicitamos porque nuestra Fundación sea de carácter católico, que no lo es, sino porque el Islam, si verdaderamente es tal, y al margen de fantasías románticas que conectan con Al Ándalus, exige la implantación de la ley islámica o sharía, radicalmente incompatible con una nación política como España, nación que a su vez es soberana, razón por la cual, ninguna de sus partes territoriales puede decidir sobre su unidad e integridad.

FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA