Todas las lenguas que se hablan en España son patrimonio de toda la nación, de nuestra nación.


esp_lenguas.jpgA medida que se va abriendo el campo a las distintas reformas de los estatutos de autonomía, el ciudadano va teniendo una impresión muy concreta: aquí cada cual arrima el ascua a su sardina, en su propio beneficio y contra el interés común. No faltan voces en los aledaños del Gobierno para decir que esto es “la España plural”. Y pluralidad sí se ve, pero ¿España?

España es una nación plural, claro que sí. Tenemos una vieja historia con muchos afluentes, tenemos formas culturales con una personalidad singular, tenemos también lenguas distintas. Pero lo plural no quita lo uno. Todas las lenguas que se hablan en España son patrimonio de toda la nación, de nuestra nación. Todas nuestras personalidades singulares son rasgos que se conjugan en una sola fisonomía. Esa fisonomía única no se ha construido por el capricho de nadie, sino que es fruto de nuestra historia común. Por eso, siendo plurales, somos uno. Eso es lo que parece estar olvidando gran parte de nuestra clase política. Pero tal unidad es lo que queremos defender desde aquí.