Por medio de este Boletín, la Fundación DENAES para la Defensa de la Nación Española quiere expresar su dolor por la muerte de Don Leopoldo Calvo-Sotelo, ocurrida en Madrid el pasado sábado 3 de Mayo. Quien fuera presidente del Gobierno español entre febrero de 1981 y diciembre de 1982, amén de uno de los responsables de la buena marcha de la Transición, fue sobre todo un hombre de Estado y un patriota convencido que al final de su vida no dudó en mostrar su apoyo a fundaciones como DENAES. De hecho, Don Leopoldo tuvo el impagable gesto de aceptar ser uno de los integrantes del jurado de los Premios “Españoles Ejemplares” organizados por la Fundación DENAES y cuya Primera edición se celebró en Madrid el pasado 24 de enero.

Él mismo fue un Español Ejemplar: un español cabal, de rectitud insobornable y una voluntad de servicio a la Nación a prueba de bombas. A éstas, las bombas, trató de neutralizar durante su mandato con una política sin concesiones al terrorismo separatista; y, por encima del afán conciliador que demostró durante la Transición para con las fuerzas nacionalistas, por entonces aún no desmadradas, Don Leopoldo puso siempre la unidad de la Nación española como requisito indispensable -qué bien lo sabía él- para la consecución de un estado de libertades ganadas a pulso durante aquellos complicados años.

Es curioso que, precisamente en el último artículo salido de su pluma, publicado en ABC al día siguiente de su muerte, Don Leopoldo soterrara un poco su ironía de buen gallego para arremeter contra ese reciente modelo gubernamental llamado “Segunda Transición” (apropiación indebida de la marca, según el gran ribadense) y que va precisamente -son sus propias palabras- contra los cimientos históricos y constitucionales de la Nación española. ¡Cuántos ánimos para nuestra misión el ver a Don Leopoldo criticar el nuevo estatuto catalán o esa que él acierta a llamar “blasfemia histórica” del Non est Hispania, “España no existe”!

Desde la Fundación DENAES despedimos, pues, no sólo a un español ejemplar y a un gran patriota, sino también a un excelente maestro.

Descanse en Paz.