La cascada de adhesiones a la campaña «Un exiliado, un voto» continúa. Para Alejo Vidal Quadras, sería «un acto de justicia» y «si el Gobierno vasco fuera decente» lideraría esta iniciativa.

vidalq.jpg LD (Pablo Montesinos) Alejo Vidal Quadras también se adhiere a la campaña de César Velasco y DENAES «Un exiliado, un voto», que tiene como objetivo que los exiliados vascos y navarros puedan votar en su tierra.

En una entrevista concedida a Libertad Digital, en la que también entró a valorar la reciente designación de Jaime Mayor Oreja como candidato del PP a las elecciones europeas, el eurodiputado popular señaló «que sería un acto de justicia» que aquellos que han tenido que dejar el País Vasco y Navarra «por la amenaza de la banda terrorista ETA o el nacionalismo» puedan votar en sus lugares de origen.

De hecho, agrega, «si el Gobierno vasco fuera decente debería liderar esta iniciativa» ya que «son personas cuyos derechos políticos se han visto claramente cercenados». Cree que esta iniciativa tiene «todo el sentido»: «estamos hablando de que centenares de miles de vascos pudieran ejercer su derecho de voto».

Cascada de adhesiones

Dos semanas después de que se pusiera en marcha la iniciativa, importantes sectores de la ciudadanía ya se han adherido. El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, aseguró en declaraciones a «La Linterna» de la COPE que se iba «a volcar» con esta campaña porque «es una reivindicación que hay que perseguir». Muchos en su partido también lo piensan como Pilar Elías, Regina Otaola o Santiago Abascal.

Las víctimas del terrorismo también han mostrado su absoluto respaldo. En declaraciones a este periódico, Francisco José Alcaraz se preguntó: «¿Cómo no voy a estar de acuerdo?». «Dar la espalda a este proyecto sería legitimar el proyecto político de ETA» porque impediría «que vascos y navarros puedan votar en su propia tierra».

Más testimonios a favor de esta iniciativa. La ex socialista Gotzone Mora reconoció que su familia forma parte de ese exilio. Su marido vive en el País Vasco, ella trabaja en Valencia y sus hijos ni tan siquiera están empadronados en su tierra. «Muchos se marchan ante el miedo de quedarse solos en su propia sociedad», explicó el director de cine Iñaki Arteta.